martes, 9 de octubre de 2012
Las unidades básicas de la narración: Acciones, espacio y tiempo
Al expresarnos a través del lenguaje oral o escrito nos exponemos, afirmamos nuestra existencia, nos abrimos al mundo en busca de contactos y respuestas. El uso del lenguaje es el rasgo distintivo que aparta al hombre de los demás seres comunicativos. No somos hojas en blanco, somos pergaminos, discurso, escritura viva.
El relato es una de las formas que adopta el lenguaje, la más antigua y significativa. Desde tiempos remotos el hombre ha sentido necesidad de expresar el mundo que lo rodea, su historia y sus creencias a través de narraciones.
Nuestra vida es un extenso relato lleno de simbolismos e imborrables marcas de existencia. Somos lenguaje y narración, y a la vez participes de un extenso relato, interminable e inabarcable, como El libro de arena de Borges, somos un capítulo del gran relato del hombre.
Y como personajes nos determinan nuestras acciones, el espacio y el tiempo. Éstas son las tres unidades fundamentales de la narración. Para Mijaíl Bajtín, es imposible disociar al personaje de sus a acciones y del entorno que lo dotan de sentido.
Por otro lado, el narrador, al igual que el personaje, depende de las unidades básicas de la narración. Es posible caracterizar al narrador a partir de su participación en las acciones y su ubicación espacio-temporal en el relato.
Ya sea si pretendemos analizar un texto narrativo o nos proponemos escribir un cuento o una novela, nuestro éxito dependerá de conocer a profundidad las tres unidades básicas de la narración: acciones, espacio y tiempo.
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