jueves, 18 de octubre de 2012

La tridimensionalidad del personaje



Totalidad de sentido del personaje.

El personaje de una narración es un objeto tridimensional de sentido y sólo puede ser entendido en su totalidad, a partir de la suma de la tres dimensiones: actancial, espacial y temporal. Un personaje cobra sentido a través de sus acciones y de su entorno.

Bajtín (2003) aborda la totalidad de sentido del personaje, en relación a una actividad estética activa y conclusiva del autor-lector con respecto al personaje y el mundo que lo rodea.  Así pues, la delimitación del personaje requiere la interpretación creativa de las tres dimensiones del relato por parte del autor-lector.   

A la dimensión actancial, Bajtín le llama horizonte, mientras que a las dimensiones espacial y temporal les da el nombre de entorno.  La comprensión del personaje sólo es posible si se analiza en conjunto el horizonte de sus acciones y su entorno espacio-temporal.

Lo anterior es un adelanto del contenido que abordará el Taller de narrativa en línea. Éste pretende ser un curso introductorio a la teoría narrativa. El objetivo principal de este curso-taller en línea es la apreciación, análisis y creación de textos narrativos.


Bajtín, Mijaíl M. (2005), “Autor y personaje en la actividad estética” en Estética de la creación verbal (tr. Ernestina de Champorcin), México, Siglo XXI.

miércoles, 17 de octubre de 2012

3. Cómo citar: Referencias a pie de página



En la actualidad, las notas a pie de página se emplean casi exclusivamente, para incluir un comentario que, sin formar parte del argumento, aumenta o complementa la comprensión del texto. Si se desea anotar la referencia bibliográfica de una cita, directa o indirecta, es preferible incluir, entre paréntesis,  la referencia dentro del texto.

Las notas a pie de página interrumpen  la lectura fluida del texto, por lo que su uso para asentar las referencias bibliográficas, es cada vez menor.  Sin embargo, es importante conocer a grandes rasgos esta metodología, sobre todo cuando, en una investigación, se consultan algunas fuentes que la emplean.

Para incluir una referencia bibliográfica en una nota a pie de página, se suelen utilizar llamadas numeradas. En general, la nota debe incluir la siguiente información: nombre y apellidos del autor, título de la obra, lugar, editorial, año y páginas.1

1 José Emilio Pacheco, Morirás lejos, México, Joaquín Mortiz, 1986, p. 89.

Por lo general, se acostumbra incluir la referencia completa de una obra sólo la primera vez que se cita, en adelante pueden omitirse algunos datos.

2 José Emilio Pacheco, Morirás lejos, p. 89.

Por otro lado, el aparato crítico incluye una serie de abreviaturas de locuciones latinas que facilitan asentar  la referencia de una obra citada con anterioridad en el texto. 

Abreviatura
Significado
Uso
op. cit.
opus citatus (obra citada)
2José Emilio Pacheco, op. cit., p. 89.
Ibid.
ibidem (allí mismo)
3Ibid., p. 89.
Idem
(lo mismo)
4Idem.
Loc. cit.
Locus citatus (lugar citado)
4Loc. cit.

martes, 16 de octubre de 2012

4. Cómo editar un libro: Las dimensiones del libro




El tamaño de un libro es una parte importante del diseño editorial, en ocasiones es un rasgo distintivo de una colección o una editorial. La variedad de tamaños responde a la gran diversidad de clases de papel.  

Esta pluralidad llegó a ser  un problema para la industria editorial, a tal grado que los impresores implementaron una norma de unidad a la diversidad de tamaños.  Esta norma es la ISO 216 (formato métrico), la cual se basa en la norma española (UNE) y la alemana (DIN) que la anteceden.

Sólo Estados Unidos, Canadá  y algunos países de América no han adoptado esta norma. En México, a pesar de haber sido adoptada la norma internacional, sigue siendo más usual el tamaño carta (8.5 x 11) que su homólogo  A4 (210 x 297 mm.)  

En el tiempo en que el papel se producía de manera manual existía un único tamaño: una hoja básica medía 32 x 44 cm.  El tamaño de un libro se determinaba por las veces que se dividía a la mitad esta hoja.

Durante algún tiempo, independientemente de las dimensiones del pliego de papel, el tamaño de un libro se determinaba por las veces que éste se doblaba.  Si doblamos una hoja a la mitad,  para conseguir sólo dos páginas por cara, formaremos un libro en folio.  Si se dobla una vez más y se consiguen 4 páginas por cara, el tamaño sería en cuarto. Si la hoja se dobla hasta conseguir 16 páginas en total, tendremos un libro en octavo,  y así sucesivamente. 

Serie A de la norma internacional (ISO 216)

lunes, 15 de octubre de 2012

La evolución del español



El escritor Ramón del Valle Inclán dijo una vez que las palabras son corazones vivos, no relicarios. Pues bien, una lengua que se usa tiene que estar viva. Si es utilizada por un número grande de habitantes sus posibilidades de evolucionar con el paso del tiempo son mayores.

El español es el patrimonio de más de veinte países, y en cada uno de ellos su evolución se encuentra condicionada por diversos factores sociales, históricos y culturales. Cuando los españoles conquistaron América, el español ya constituía una lengua unificada, aunque diversa a lo largo de cada región. Más adelante con su paso por buena parte del continente, la diversidad se enriqueció aún más.

Hispanoamérica
¿Cómo se llevó a cabo este proceso? La primera cuestión que los españoles se propusieron resolver fue enseñarles a los indígenas español, y que éstos les enseñaran su lengua. Sin embargo se encontraron con que no había una sola lengua indígena, sino muchísimas. Al final decidieron imponer el español a toda la población. La incorporación en la lengua española de nuevos vocablos provenientes de lenguas indígenas provocó que muchas de estas palabras tuvieran difusión en otros idiomas, como por ejemplo: tabaco, papa, maíz, hamaca, sabana, caníbal, huracán, cacao, chocolate, tomate, coyote, alpaca, pampa, etc. algunas palabras indígenas sólo se integraron al español, y otras solamente se usan en algunas regiones o algunos países de América.

Cabe destacar que el uso de estas palabras pertenece al nivel popular y familiar de la lengua; en un nivel más culto y en los medios de comunicación encontramos unidad, en cualquier país de la comunidad hispanohablante. Definitivamente, el recorrido que el español ha hecho en América, desde la conquista, constituye el factor que más ha influido en su evolución.